martes, 14 de julio de 2020

El ritual

La bruja le recomendó que iniciara el ritual justo a las tres de la mañana para que diera mejor resultado. Primero hizo un círculo con sal, en medio de este colocó una silla, luego la rodeó con doce velas negras.

 Se desvistió, se untó el aceite de rosas por todo el cuerpo y se sentó en la silla. Repitió tres veces su deseo: deseo un buen hombre, deseo un buen hombre, deseo un… no pudo terminar de decir la última parte, las velas se apagaron y ella estaba en completa oscuridad. No podía moverse.

 Sintió unas garras que le apretaban los pechos, entre sus piernas se deslizaba algo largo y pegajoso que la penetró varias veces con una fuerza excesiva, pero ella lo disfrutó hasta que tanto placer la hizo desfallecer.

 Al día siguiente recobró la consciencia, se levantó y vio que alrededor de la silla había plumas blancas en el piso.

Festividad

Pronto será Día de Muertos y tendré que desempolvar el cadáver de mi abuela para ponerlo como adorno en el jardín.

Felicidad

“Reír, silbar, bailar, cantar son señales de que una persona es muy feliz; le gusta la vida que tiene y no desea nada más.” Es extraño que recuerde eso mientras el hombre que lo mutilaba silbaba una canción.