viernes, 30 de octubre de 2020

Calabaza

Su madre le había advertido que no fuera al bosque. El niño, curioso como todos, la desobedeció. Entró al campo de calabazas, jugó entre ellas rompiendo algunas por error. Tropezó con una rama salida, terminó en un agujero oscuro y profundo.

Después de un descanso de sus labores, la mujer se dio cuenta que no estaba su hijo. Corrió desesperada al bosque, llegó al campo de calabazas, gritó el nombre del niño. A lo lejos vio una silueta conocida, pero la cabeza era más ancha, anaranjada y con la forma de los ojos, nariz y boca tallada. Un nuevo Rey Calabaza se alzaba.

 

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